En el grupo Val d"Echo se antepone la función social, de gran peso en un municipio de alrededor de mil habitantes, a la artística. Por eso no se plantean su folclore como elemento de competición -el grupo no se presenta a concursos- ni participan en bodas, bautizos, convenciones de partidos políticos,… sólo "en manifestaciones populares de total carácter unitario".
Para asentar estos principios se ha recorrido un largo camino, en el que han ido tomando forma expresiones musicales de carácter colectivo que hunden sus raíces en aquellas "rondas por lo lugar" del último cuarto del siglo XIX y en la primera Rondalla Chesa, fundada en 1923 gracias al impulso de los hermanos de Casa Zapatero de Echo. A la música callejera "se sumó la interpretación de piezas para los bailes públicos en plazas, cafés y salones, o en festejos de carácter familiar", recuerda José Lera, el creador más prolífico del grupo, con más de una treintena de piezas en su haber, entre ellas la popular "S'ha feito de nuey", que no falta en ninguna celebración ya no sólo chesa, sino jacetana.