15 de marzo de 2010

Bandada Marina, parto natural

En principio se trataba de un proyecto individual, pero ha terminado dando forma a un grupo, Bandada Marina, cuyo impulsor y cabeza visible es el músico Alfonso Casasnovas. Un joven veterano que dio sus primeros pasos en la década de los 90 del siglo pasado con El Bosque, formación con la que grabó tres discos, y que nunca ha dejado de estar ahí, siempre presente en la escena musical zaragozana.
Ahora, tras varios años de trabajo, publica sus nuevas canciones, ahondando en unas sonoridades folk que, en sus propias palabras, "quieren transmitir tranquilidad".
¿De dónde viene el nombre? "Un día me desperté y me vino a la cabeza la palabra de Bandada y me gustó cómo sonaba. Todo ha partido de mí, pero luego se fue implicando más gente y así ha quedado la cosa". Gente como el guitarrista Alan Boguslawsky (ex Héroes del Silencio), el violinista Jaime Lapeña o el batería Laurent Castagnet, que aportan sus pinceladas sonoras al primer álbum de esta Bandada Marina, grabado por cierto en un estudio poco habitual: una autocaravana, que lo mismo aparcaba en San Gregorio que en el Moncayo o en el valle de Chistau.
"Lo grabé ahí un poco por necesidad, era el único sitio que tenía. Acústicamente era perfecto, porque grababa todo con un micro y así puedes controlar el sonido mucho mejor", dice Alfonso. Fue un largo proceso, iniciado hace más de cinco años, y cuyo resultado bien podría calificarse como folk artesanal. "Desde luego artesanal sí lo es, pero si me hablas de etiquetas te diré que yo cuando registro una canción lo hago bajo el epígrafe de música ligera. La idea era hacer unas canciones tranquilas y agradables, y creo que eso se ha conseguido."
Abunda Casasnovas en la idea de que hoy en día grabar y publicar un disco tiene algo de empeño romántico: "Puede parecer un sin sentido, pero también es una tarjeta de presentación. Se trata de sacar algo que tienes dentro y quieres enseñarlo a los demás".
Y define lo de Bandada Marina como "un parto natural, algo sin programar. El factor tiempo no importaba". Ayer lo presentó en la taberna de Vinos Chueca, en Casetas, y próximamente lo hará en el Teatro Arbolé.
Y concluye con aseveraciones diversas: "El que quiera ganar dinero debe saber que la música es un camino equivocado, que se dedique a otro negocio".
Malos tiempos para la lírica y la música, estos del gratis total: "Yo soy de la generación del disco y del vinilo, pero todos estos cambios me dan un poco igual, aunque cuestan de admitir". Y Foncho deja para el final una reflexión de un chamán mexicano: "Lo único que salva al ser humano es cantar y tocar". Seguro que sí.