20 de septiembre de 2009

IX Mercado Medieval de Ballobar

¡Hoy es un gran día para los ballobarinos y los que nos acompañáis. Disfrutemos, pues, con juglares, magos, faquires, malabaristas, músicos, cetreros, caballeros, arqueros, farsantes, correfuegos, herreros, alfareros, orfebres, talladores, apicultores, cesteros, pintores panaderos y artesanos! ¡Anuncio, ordeno, ratifico y proclamo el comienzo del IX Mercado Medieval de Ballobar, acontecimiento festivo que os invita a todos a hacer vuestra la fiesta en este día sábado, diecinueve de septiembre! ¡Que sea tierra sin fronteras en la que la hospitalidad y nuestra genuina forma de ser inunden el Mercado! Este pregón de inauguración del mercado medieval supuso el punto de arranque para que un año más las calles y plazas de la localidad de Ballobar se convirtiesen en el escenario de una gran jornada festiva llena de colorido, vistosidad y actividades variadas.
El lugar elegido para el comienzo de los actos, la Plaza Mayor , fue el escenario donde a la conclusión del pregón inaugural tuvieron protagonismo los grupos turolenses Albishara y los Alarifes de San Martín, interpretando los primeros unas magníficas danzas medievales y los segundos una Ronda Musical Trovadoresca, realizando dichos grupos varios pasacalles durante toda la jornada y recorriendo los puestos del mercado.
A partir de ese momento, se sucedieron las actividades que concluyeron cerca de la media noche, después de sucederse incesantemente, simplemente con una pausa para efectuar la comida.
El clima que había sido motivo de preocupación en las fechas previas fue excelente con un sol brillante durante toda la jornada y buena temperatura y el resultado no pudo ser mejor en cuanto a presencia de artesanos y de público.
En los puestos de artesanos se podían encontrar productos alimenticios sabrosos y con un delicioso aspecto como queso, miel, embutidos, repostería, encurtidos, vinos, etcétera. Los asistentes contemplaron diversas actividades artesanales y oficios antiguos como forja, talla de madera, heráldica, cestería, soplado de vidrio, cuero, cerámica, piedra tallada, orfebrería, emplomado, encaje de bolillos, entre otros.
Las demostraciones que se ofrecieron los visitantes fueron de todo tipo, y en algunas pudieron participar de forma activa.

Barfulaires

HISTORIA
En el año 1994 y partiendo de la agrupación folclórica Santa Leticia de Ayerbe, se pone en marcha una escuela de dulzaina y gaita de boto, contando para ello como profesor con el gaitero Eugenio Gracia. La escuela empezó con un grupo de veintidós personas interesadas en estos instrumentos. Después de dos años, Eugenio, por motivos profesionales tuvo que dejar la escuela y se contrato para darle continuidad al gaitero Miguel Angel Fraile. A pesar de la implicación del ayuntamiento las bajas de la mayoría de los alumnos hicieron que al poco tiempo no se pudiera mantener la escuela.
En el año 1998 solo quedaban Pedro Orleáns, José Ignacio Carcavilla y Eduardo Orleáns con la suficiente ilusión para continuar aprendiendo y ampliando repertorio e impedir que la labor emprendida se perdiera del todo.
Es entonces cuando se unen a ellos Susana y Mónica Garasa con tambor y timbal y Paloma Rodríguez con acordeón. Se contó en ocasiones con la colaboración del violinista Jonás Sarasa, y las cantadoras Rosita Romeo, Margarita Montaño y Gloria Puente.
Con el grupo mas o menos estable se plantea la necesidad de buscar un nombre propio y así surge el nombre de BARFULAIRES, propuesto por Mónica y aceptado por todos por encontrarlo adecuado. En aragonés el calificativo barfulaire se aplica a la persona poco seria, simple, habladora y en general “pocasustancia”.
Por diversos motivos el grupo va perdiendo miembros y en el año 2005 cuando ya solo vuelven a quedar los tres anteriormente citados se incorporan Jesús Pérez Fando y Antonio Sarasa gaiteros de Huesca y Bolea respectivamente y vinculados a la Escuela Municipal de Folclore y Música de Huesca. También se unen al grupo encargándose del tambor y el bombo Antonio Gella y Javier Fanlo. Estos últimos por diversas circunstancias abandonan el grupo quedando en la actualidad cinco miembros, que mantienen viva la ilusión de tener en Ayerbe un grupo musical que acompañe a sus vecinos en todos los actos y manifestaciones culturales.