17 de octubre de 2009

Gigantes y Cabezudos

Correr delante de los Gigantes y Cabezudos es algo que se repite a lo largo de toda la geografía aragonesa durante las fiestas patronales de ciudades y pueblos. Huesca , Calatayud , Tarazona o Borja cuentan con históricas Comparsas de Gigantes y Cabezudos, sin embargo es en Zaragoza donde esta tradición cuenta mayor peso.
Las Fiestas del Pilar son el momento en el que Gigantes y Cabezudos viven su momento de mayor esplendor. Y es que todos los días recorren los barrios zaragozanos para hacer las delicias de los más jóvenes.
El origen de la Comparsa zaragozana es algo confuso. Parece que fue el rey Alfonso V quien trajo la tradición en el siglo XV desde otras zonas de la Corona en Italia, y ya en el siglo XVI hay constancia documentada de la existencia de estos personajes populares, que por aquel entonces acompañaban a las procesiones del Corpus y la Minerva y otras fiestas de la ciudad, bailando al ritmo de los tambores y las chiflainas.
Con el paso de los años su popularidad ha sido tal que la Comparsa de Gigantes y Cabezudos se ha convertido en uno de los actos más multitudinarios de las Fiestas del Pilar. En estos momentos, 12 gigantes y 9 cabezudos forman parte de ella. Se trata de personajes populares conocidos e incluso personajes reales que vivieron en la ciudad y formaron parte de la historia de Zaragoza.
Agustina de Aragón y el general Palafox; los Bearneses; el Duque y la Duquesa; Don Quijote y Dulcinea; el Chino y la Negra y el Rey y la Reina son los gigantes zaragozanos. A estos se suman los nueve cabezudos: el boticario, el berrugón, el tuerto, el forano, el robaculeros, la forana, la pilara, el torero y el morico. Todos ellos protagonizan durante el Pilar carreras y bailes por los barrios zaragozanos llenando de alegría y diversión cada uno de los rincones que pisan. Acompañados de las dulzainas la música tampoco deja de sonar.
Al grito de «la Pilara cuando camina, mueve las plumas como una gallina» o «al berrugón le picaron los mosquitos y se compró un sombrero de tres picos», niños y jóvenes disfrutan corriendo delante de estos personajes, convertidos en uno de los símbolos de estos días festivos. Carreras, bailes y algún que otro lloro de los más pequeños son la imagen más repetida alrededor de la Comparsa.
Hoy estos personajes animarán el centro de la ciudad, mañana sábado recorrerán el Coso, y el domingo los gigantes y cabezudos se despedirán bailando por el Casco histórico de Zaragoza. Después, volverán a guardarse hasta el próximo año.