
En Lituénigo, los más madrugadores han asistido a la recreación de la siega y la trilla, uno de los muchos oficios desconocidos por los jóvenes, que han podido comprobar el trabajoso esfuerzo que antaño debían realizar sus padres o abuelos para mantener el hogar.
Una de las novedades de este año ha sido la presencia del guarnicionero –encargado del cuero-, al igual que la recuperación de la figura del pregonero. “Tenía como función informar, a golpe de corneta, de todo lo que acontecía en el municipio”, ha explicado José Luis García, presidente de la Asociación ‘Los Ancebillos’, organizadora del encuentro junto con Ayuntamiento y Comarca.
Por las calles de Lituénigo no han faltado los demás oficios representados en el Museo del Labrador: esquilador de ovejas, alfarero, cestero, apicultor, herrero, cantero, afilador, aguador... Además, las mujeres del pueblo han elaborado artesanalmente chorizos y morcillas que, por la tarde, han degustado cientos de personas. Un año más A Borina Moncaína amenizó con su música la Feria.
Mientras, a pocos kilómetros, Trasmoz ha acogido su noveno encuentro de brujería, que ha dado comienzo al mediodía, con la lectura del pregón a cargo de la Bruja del Año. Y es que, esta población, famosa por su castillo y Gustavo Adolfo Bécquer, presume con orgullo de todo lo relacionado con lo mágico. De hecho, un buen número de mujeres y algún que otro hombre se han vestido para la ocasión de bruja, escoba y sombreros incluidos.
Ha habido campamento medieval y un mercado esotérico con videntes y lectores de manos que, a más de uno, ha escudriñado el futuro. Por los diferentes puestos ha sido posible comprar con la moneda propia de la feria: el maravedí falso de Trasmoz, que acuñó en el siglo XIII Blasco Pérez, clérigo, falsificador y alquimista, delito del que fue acusado por el rey Jaime I. “La gente lo utiliza y siempre se queda algunos como recuerdo”, ha comentado Puri Fraca, presidenta de la Asociación ‘El Embrujo’, principal impulsora del encuentro.
Durante esta tarde-noche, no han faltado los combates medievales, capturas de herejes y brujas o un aquelarre junto a las murallas del castillo, construido en el siglo XII. Además, la actuación de ‘Baluarte Aragonés’, con su obra ‘Independencia’, ha atraído a un buen número de espectadores. La feria, por vez primera, se ha despedido con un espectáculo de fuegos artificiales.
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