
En la primera mitad de la década de los 80, varios miembros del Grupo Cultural AJB participaban ya en la Comparsa como porteadores de gigantes o cabezudos, fue por aquel entonces cuando el presidente, Braulio A. Gracia, pasó de portar un gigante a tocar el tamboril que acompañaba al “tío Puchericos”, ese hecho, unido a su cercanía a la Hermandad de San Pascual Bailón - conformada por el gremio de los sogueros y que desde antaño ha interpretado sus bailes con gaita y tamboril - hizo que su afición por la dulzaina pasará a primer plano, intentando aprender a tocar este instrumento tradicional aragonés, aunque sin seguir ningún método concreto.
A finales de los 80 el Grupo Cultural AJB firma un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Calatayud para hacerse cargo del mantenimiento y restauración de la comparsa, a partir de ahí y cuando el tío Puchericos decide retirarse, los miembros del Grupo pasan a interpretar las marchas aprendidas rudimentariamente con la dulzaina y el tamboril, poco a poco se van incorporando miembros y mejorando la calidad de las interpretaciones, el repertorio se va ampliando pero muy lentamente.
Tras un periodo rutinario, a finales de los 90 y gracias a unos cursos organizados por Ayuntamiento y Diputación Provincial de Zaragoza, varios miembros del grupo se forman y otros perfeccionan lo que habían aprendido consiguiendo un grupo consolidado de gaiteros, tamboriles y bombo tal y como conocemos en la actualidad, ampliando su repertorio con canciones tradicionales de la comarca y aragonesas y tomando el nombre de “Dulzaineros de la Comunidad de Calatayud”.
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