25 de agosto de 2010

Mercado Medieval de Barbastro


Barbastro protagonizó ayer un viaje en el tiempo que le trasladó hasta la Edad Media, en concreto a los siglos XI y XII, la época en la que se desarrollaron los acontecimientos históricos que se narran en "El Sitio de Barbastro".

Ayer, la crónica teatral fue casi un añadido a la primera edición del Mercado Medieval, que sacó a la calle a cerca de cuarenta comercios de la ciudad y comarca, además de una treintena de artesanos que mostraron muy diversas técnicas, mientras que los Gaiteros del Somontano ponían la ambientación musical a la jornada y los más pequeños podían mostrar su destreza con los juegos tradicionales que dominaban sus abuelos.

Barbastro confirmó, una vez más, su vocación comercial, una característica que le ha llevado desde antaño a organizar ferias y mercados con siglos de antigüedad, como la de la Candelera. Y lo hizo reuniendo, una vez más y a pesar del fuerte calor reinante, a cientos de personas atraídas por una propuesta hasta ahora desconocida en la ciudad que, a tenor de lo visto ayer, ha tenido un buen comienzo. Así lo reconocía el concejal de Cultura, Santiago Lisa, que visitó los distintos puestos al igual que hicieron el alcalde, Antonio Cosculluela y otros miembros de la corporación municipal. "Estoy satisfecho y creo que debe tener continuidad, independientemente de "El Sitio de Barbastro" que se celebra cada dos años", afirmó y reconoció que "las fechas habría que negociarlo con el comercio que hoy se ha volcado".

"Compra a precios medievales" es el lema atesorado por la Mesa de Dinamización Barbastro Comercio Activo, de la AEB, para animar no sólo a sus asociados, sino a todos los establecimientos de la ciudad y de la comarca a sumarse al evento. La propuesta fue un éxito de convocatoria, ya que ayer fueron muchos los comercios que aprovecharon la celebración del Mercado Medieval para hacer el remate final de las rebajas de verano.

En la plaza del Mercado y en las calles adyacentes Romero y San Ramón, podía encontrarse una amplia oferta de productos, muchos de ellos de primeras marcas, a muy buenos precios aunque, como más de uno anunciaba "compra a precios medievales, pero podrás pagar con tarjeta". Ropa, artículos para el hogar, joyería, complementos, zapatos, bisutería, objetos de perfumería y estética, ropa infantil, juguetes, telas y tejidos... las propuestas eran muy variadas y fueron muchos los barbastrenses y comarcanos que no dejaron pasar la oportunidad de completar su guardarropa o preparar ya el de la próxima temporada invernal, aprovechando las ventajosas condiciones.

La mayoría de los comerciantes que sacaron ayer sus puestos a la calle se mostraron "muy satisfechos" por las ventas realizadas durante la jornada.

MERCADO ARTESANAL

No obstante, no sólo fue el comercio tradicional, sino que los artesanos también se convirtieron en protagonistas de la jornada. Alfareros, cesteros, herreros, escultores, joyeros, artesanos de la madera, del boj, de la bisutería, de la forja, del cuero o de broches elaborados con fieltro, compartieron espacio con puestos de repostería, quesos, licores, vinagres artesanos, juguetes, esencias e incluso, con uno que vendía artículos para las mascotas. Uno de los más concurridos fue el de los representantes de la Asociación Effets Nature, del valle francés de Arize-Lèze, que presentaron en Barbastro su Feria del Higo, con degustaciones del fruto de la higuera de gran tradición en su zona.

Y, mientras el cestero mostraba su técnica y el herrero sudaba en una pequeña forja para elaborar espadas como las que antaño portaban los caballeros medievales, las bolilleras del Entremuro se afanaban en sus trabajos de encaje de bolillos, media, ganchillo y punto de cruz.

En toda la Feria Medieval no faltaban las justas de caballeros. Ayer, en Barbastro, los visitantes del mercado pudieron conocer, gracias a la Asociación Cultural Histórica Aragonesa, ACHA, el difícil arte de vestir a un caballero y, posteriormente, darse cuenta de la importancia de su atuendo a la hora de afrontar un "combate de caballeros", como el que un grupo de voluntarios recreó ante la atenta mirada de numerosas personas.

Los puestos permanecieron abiertos hasta cerca de la medianoche. Mientras, en la plaza de Toros, volvía a recrearse, por quinta ocasión desde que se hizo por primera vez en el año 2000, la crónica teatral "El Sitio de Barbastro", en un fin de semana en el que la Ciudad del Vero regresó al medievo.


Fuente: http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=645430

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