Luis Santa Pau Agramunt, miembro de la Asociación de Gaiteros y Dulzaineros de La Puebla de Alfindén que recuperó el dance de esa localidad zaragozana, falleció el pasado domingo en Zaragoza a los 42 años a causa de una dolencia del corazón. Estaba casado con Elena y tenía varios hermanos y muchos sobrinos, a los que adoraba. El funeral se celebró ayer en el cementerio de Torrero con la presencia de numerosos amigos "a los que se ganó con su entrañable forma de ser", pues, aseguran, "era imposible llevarse mal con él".
Natural de la provincia de Teruel, fue cartero en la zona de Illueca hasta que le detectaron el mal del corazón y se tuvo que jubilar. Sus grandes pasiones eran su mujer, sus sobrinos, la familia, las motos, ver los ciervos en su finca de Albarracín, y la música. Hace unos 14 años conoció a Alberto González Medrano, dando clases en la Escuela de Música Popular de Zaragoza y, a su afición por la música, por la gaita, se sumó la amistad.
Alberto es de La Puebla de Alfindén y hace unos años surgió la idea de crear una asociación con el objetivo de recuperar el dance que no se representaba desde finales del siglo XIX. Luis Santa Pau estuvo siempre a la cabeza del proyecto y, después de tres años de trabajo e investigación, el 5 de octubre de 2008 el sonido de los palos, las gaitas y las dulzainas volvieron a sonar en las calles de La Puebla de Alfindén.
La Asociación de Gaiteros y Dulzaineros Alfindén había hecho realidad su sueño. En una primera etapa, los 16 danzantes danzaron cuatro mudanzas de palos y el pasacarreras correspondiente. Luego se amplió con un baile de cintas y dos mudanzas más.
La Asociación se llama Gaiteros de Alfindén para los actos en la localidad y Cierzo de Albada para otro tipo de actuaciones fuera. Según el presidente, Alberto González, la Asociación de Gaiteros y Dulzaineros Alfindén tiene en marcha varios proyectos que esperan reunir en unas instalaciones y que sea de gestión municipal mientras que el grupo se dedicaría a dar ideas. Llevan un año impulsando una escuela de danzantes para garantizar la cantera, dan clases de gaita y dulzaina, proyectan un taller de instrumentos, componer músicas y bailes para los gigantes y cabezudos de La Puebla. Luis Santa Pau ganó uno de los primeros premios de la primera Trobada de Gaita Aragonesa celebrada en 2007 en el barrio de La Almozara. Sus amigos de Cierzo de Albada aseguran que "nunca dejaremos de oír el sonido de su gaita, como tampoco los danzantes de la Puebla de Alfindén dejarán de hacer sonar los palos a su ritmo".
Natural de la provincia de Teruel, fue cartero en la zona de Illueca hasta que le detectaron el mal del corazón y se tuvo que jubilar. Sus grandes pasiones eran su mujer, sus sobrinos, la familia, las motos, ver los ciervos en su finca de Albarracín, y la música. Hace unos 14 años conoció a Alberto González Medrano, dando clases en la Escuela de Música Popular de Zaragoza y, a su afición por la música, por la gaita, se sumó la amistad.
Alberto es de La Puebla de Alfindén y hace unos años surgió la idea de crear una asociación con el objetivo de recuperar el dance que no se representaba desde finales del siglo XIX. Luis Santa Pau estuvo siempre a la cabeza del proyecto y, después de tres años de trabajo e investigación, el 5 de octubre de 2008 el sonido de los palos, las gaitas y las dulzainas volvieron a sonar en las calles de La Puebla de Alfindén.
La Asociación de Gaiteros y Dulzaineros Alfindén había hecho realidad su sueño. En una primera etapa, los 16 danzantes danzaron cuatro mudanzas de palos y el pasacarreras correspondiente. Luego se amplió con un baile de cintas y dos mudanzas más.
La Asociación se llama Gaiteros de Alfindén para los actos en la localidad y Cierzo de Albada para otro tipo de actuaciones fuera. Según el presidente, Alberto González, la Asociación de Gaiteros y Dulzaineros Alfindén tiene en marcha varios proyectos que esperan reunir en unas instalaciones y que sea de gestión municipal mientras que el grupo se dedicaría a dar ideas. Llevan un año impulsando una escuela de danzantes para garantizar la cantera, dan clases de gaita y dulzaina, proyectan un taller de instrumentos, componer músicas y bailes para los gigantes y cabezudos de La Puebla. Luis Santa Pau ganó uno de los primeros premios de la primera Trobada de Gaita Aragonesa celebrada en 2007 en el barrio de La Almozara. Sus amigos de Cierzo de Albada aseguran que "nunca dejaremos de oír el sonido de su gaita, como tampoco los danzantes de la Puebla de Alfindén dejarán de hacer sonar los palos a su ritmo".
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